Tema: El Cerro Catequilla
Propongo seguir aquí el debate entre Ernesto Salazar y Cristóbal Cobo relacionado al Cerro Catequilla.
A continuación ustedes encontrarán el debate que se inició con la publicación del artículo Ecuador desde Catequilla.
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Propongo seguir aquí el debate entre Ernesto Salazar y Cristóbal Cobo relacionado al Cerro Catequilla.
A continuación ustedes encontrarán el debate que se inició con la publicación del artículo Ecuador desde Catequilla.
COSA SERIA...
Hola Amigos de la revista de Arqueologia
La verdad estoy muy sorprendido del reportaje y la invertigacion que ustedes han hecho con relacion al trabajo de Cristobal Cobo.
Hace algun tiempo forme parte del grupo Turistico de Quito Eterno que supongo ustedes habran escuchado en algun momento de ellos?,cuando yo inicie en este proyecto tuve la oportunidad de conocer a Cristobal Cobo en una charla especial que el nos dio con su equipo de trabajo y vaya que nos impresiono con sus estudios,tanto asi que tomamos encuenta el trabajo y por ello una de las rutas que se hace en el proyecto de quito eterno se habla con relacion a la ubicacion y a la alineacion de las iglesias cosa que yo mismo utilice en algun momento mientras hacia mis recorridos turisticos.
Sin embargo no me arrepiento de esto porque bien o mal la gente se siente identificado con ello y este tipo de investigacionews hace que muchachos como yo estemos interesados en profundizar este tema en especial para que no haya este tipò de problemas entre personas que quieren investigar para dar un valior agregado a nuestra historia.
Si bien es sierto que es una polemica la investigacion de Cristobal Cobo pero de una u otra manera deberia haber un poco de ayuda y apoyo cientifico de parte de investigadores bien preparados y obviamente de la comunidad.
Se que a lo mejor no estan deacuerdo con mi punto de vista pero por ello mi anhelo es investigar mas a profundidad un tema que no puede quedarse olvidado y quie devemos dar un poco mas de interes.
Sin mas que decir me despido de ustedes agradeciendo por el trabajo que ustedes hacen para que hace jovenes pongan un poco mas de interes por lo nuestro.
Atentamente
Rodolfo Valecia
Ecuador desde Sevilla, pasando por Catequilla
Tuve la oportunidad (y el placer, por qué no decirlo) de conocer a Cristóbal Cobo en Ecuador y ser testigo de excepción de su implicación y su interés por la investigación y puesta en valor del patrimonio arqueológico del país. Lastimosamente no tuve ocasión de conocer el cerro Catequilla (me hubiera gustado) aunque sí pude hacerme con el CD divulgativo que, por entonces, acababa de editar. El proyecto (sin comillas), antes y ahora, me pareció, como mínimo, interesante, más allá de las posibles y múltiples discrepancias epistemológicas o metodológicas que necesariamente deben surgir en toda investigación. Y que las hay, qué duda cabe.
Hace tiempo “El País” publicaba una tira cómica titulada: “Debate entre historiadores”. En ella se veían dos grupos diferenciados tirándose los libros a la cabeza. Ojalá el debate entre historiadores suscitara tan airadas reacciones (como las del alienante fútbol). Al contrario, cuando la historia permanece secuestrada, ya se sabe, el cadáver apesta. Y de eso, de eso precisamente, la “academia” (siempre con comillas) sabe mucho. Y porque sabe mucho, habitualmente calla, y cuando habla (o sea, se dirige al ciudadano) es para sentar las bases de una autoridad “cientifica” (muchas veces entre comillas) que está reconocida socialmente. De esta forma, robinsones de la historia como Cristóbal Cobo pueden recibir sin miramientos un tirón de orejas o el hachazo desde la “placa universitaria”.
Las investigaciones sobre el cerro Catequilla que ha realizado Cristóbal Cobo podrán adolecer de muchas cosas: de metodología arqueológica actualizada (igual que la “academia”), de formación histórica adecuada (igual que la “academia”), de apoyo financiero (¿igual que la “academia”?), y otras tantas. De lo que no adolece es de “seriedad” y esfuerzo para la puesta en valor y divulgación de la investigación sobre el patrimonio (aquello de lo que adolece enormemente la “academia”).
Con motivo de un proyecto museológico que realicé para Guayaquil, tuve que empaparme de casi todo lo publicado y no publicado (y lo impublicable) sobre el tema; los “hallazgos académicos” de entonces todavía me producen serias y desagradables arcadas. El panorama historiográfico sobre arqueología de Ecuador (me permito esta licencia por considerarme ecuatoriano de adopción), salvo excepciones excepcionales y de excepción, se parece mucho al sevillano (mi tierra de parto), o sea, malo, cuando no un bodrio. Más interesante sería que la “academia” saliera a la calle, donde transita la gente (el “hombre libre” que diría Allende), para llevar la historia a la gente; así, de paso, coparía los espacios de los medios de comunicación y proporcionaría utilidad social a la historia.
Dicen que el león, el perezoso rey de la selva, sólo colabora en la cacería cuando la víctima (cosa fácil) ya ha sido herida de muerte y se halla frágil, para que toda la manada tenga presente y recuerde quién posee la autoridad.
José María Rodríguez Tous (desde Sevilla)
ACLARACIONES
Señores representantes del comité editorial del sitio de Internet, Revistas de Arqueología Ecuatoriana, bajo el aval de laPontificia Universidad Católica del Ecuador y El IRD.Y de la revista Apachita de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador.
Por medio de la presente, me dirijo a ustedes con el objeto de exigir una explicación ante la publicación de una difamación contra mi persona, escrita por el Arqueólogo Ernesto Salazar, quien ha procedido dolosamente, con afirmaciones, que no se acercan en lo absoluto a la verdad y que no tienen fundamento alguno.
Estoy llevando a efecto las acciones legales que me asisten por derecho para defender mi honor y mi prestigio. Extiendo mi reclamo ante ustedes como comité editorial, al haber permitido la publicación de este infundado escrito del Arqueólogo Salazar.
En caso de que tanto el comité, como el autor de esta difamación, no dispongan de los documentos y de los argumentos que le han permitido escribir el artículol con el título “Ecuador desde Catequilla”, no solo exijo que se elimine esta difamación de los medios a los cuales representan como es el caso del sitio de Internet, Revistas se Arqueología Ecuatoriana y de la revista Apachita, si no también que se extiendan las debidas disculpas públicamente y que se enmienden los daños morales que se están causando contra mi persona y mi trabajo, el mismo que lo he realizado con la mejor de las intensiones para la comprensión cabal e íntegra de nuestro proceso histórico.
Mis investigaciones con respecto al tema de Catequilla como la Mitad del Mundo, las he desarrollado por alrededor de diez años, autogestionando y procurando entender el vínculo de los antiguos habitantes de la región con la geografía circundante y la astronomía ecuatorial. Quien sabe que cometa algún error en mi propuesta, sin embargo, esto no le da derecho a ninguna persona o personas, de difamar y publicar afirmaciones sin los debidos argumentos y pruebas, como el presente caso.
Tengo entendido que la creación de este sitio de internet, y su publicación es con el objeto de proceder de manera seria y científica a la presentación de las investigaciones desarrolladas por parte de la sociedad de arqueólogos ecuatorianos y ecuatorianistas. Y por lo mismo, se supone que la publicación de esta difamación debe estar debidamente respaldada por pruebas, documentos y la confirmación por parte del mencionado comité, con respecto a las afirmaciones que realiza el Arqueólogo Salazar en contra de mi persona. Si no es así, pues debo mencionar que el comité ha incurrido en una falta, al haber permitido la publicación de este escrito, sin el debido respaldo.
_________________
En primer lugar realizaré las respectivas aclaraciones punto por punto de este indignante escrito.
En la primera observación, el referido arqueólogo afirma lo siguiente:
El hombre mueve palancas, acude a las radios, a las estaciones de televisión, o a los periódicos locales, donde siempre encuentra un “periodista” que le acolita en su empresa digna de mejor causa.
Aclaración.
Yo nunca he movido palanca alguna en los medios de comunicación, no lo necesito y además no es ético. Cuando he tenido la oportunidad de ofrecer alguna exposición, conferencia nacional o internacional, se han enviado boletines de prensa. Y posiblemente es la facilidad de acceso a tecnología satelital, sistemas de información geográfica o medios de Internet como Google Earth, de leer y comprobar mis propuestas, lo que ha motivado a diferentes periodistas a realizar reportajes en diferentes medios de comunicación alrededor del mundo. Sin embargo recomiendo que cualquier cuestionamiento u observación se molesten en leer el documento de mi autoría que se publicó en el año 2004, la compilación es: Etno y Arqueo-Astronomía en las Américas, Congreso Internacional de Americanistas, Santiago, Chile. Editores, Boccas, Broda, Pereira.
Nunca he necesitado mover ninguna palanca, y no lo haré, porque creo en mi capacidad de independencia y autogestión porque en eso radica la capacidad del ser humano de formular su propio porvenir y su libertad.
He publicado material divulgativo en formatos digitales, y esos son los medios de financiamiento para la gestión cultural que he llevado acabo durante los últimos diez años.
Siguientes puntos:
En la cima del cerro (Catequilla) se observa un muro circular de piedra, junto a un pavimento de piedra, también circular, pero sin muro delimitante, que nunca han sido excavados por un arqueólogo.
Aclaración.
El mencionado sitio sí ha sido prospectado y excavado por arqueólogos, como Eduardo Almeida Reyes y Oswaldo Tobar Abril. Las excavaciones realizadas por el arqueólogo Tobar, las cuales fueron financiadas por mi persona, lastimosamente fueron, interrumpidas y paralizadas por el propietario del terreno, un individuo de nombre Gustavo Guayasamín. Sin embargo se lograron realizar excavaciones y rescatar evidencias de las diferentes tefras volcánicas que fueron analizadas en el Instituto de Geofísica de la Politécnica Nacional.
Hay gente que opina que lo pavimentos de piedra son “noques” coloniales o republicanos, usados para aventar el trigo, lo cual no inmuta al arqueoastrónomo que, de paso, ha comprado el terreno del sitio para impulsar su proyecto.
Aclaración.
noque. (Del cat. noc, dornajo, artesa, y este del b. lat. naucus, der. regres. del lat. naucŭla o navicūla, dim. de navis, nave). m. Pequeño estanque o pozuelo en que se ponen a curtir las pieles. || 2. Pie que en los molinos de aceite se hace de varios capachos llenos de aceituna molida, para que cargue sobre ellos la viga. Biblioteca de Consulta Microsoft® Encarta® 2005.
Estas opiniones no me inmutan y nunca me inmutarán, ya que no existen evidencias o investigaciones con respecto al uso de noques en el valle de San Antonio de Pichincha. Estas plataformas circulares, están asociadas in situ con sitios arqueológicos. En el presente existen once de ellas, en diferentes sitios y alturas, en sitios donde jamás se ha sembrado trigo. Tienen diferentes diámetros, desde 6 metros, la más pequeña, hasta 19 metros la más grande. Todas tienen diferentes diseños, compuestas por líneas de piedras, dispuestas diametralmente o radialmente, las líneas se presentan, en algunos casos, en disposición paralela una de otras e inclusive de diferentes colores de piedras una línea de otra. Son diseños muy complejos y mis investigaciones acerca del su posible uso, serán publicadas en un futuro cercano.
De paso tampoco he comprado y nunca compraré sitio arqueológico alguno. La persona que adquirió el terreno donde se encuentra el sitio arqueológico de Catequilla es el individuo antes mencionado, Gustavo Guayasamín, quien incluso, tiene la absurda propuesta de construir un monumento sobre el sitio arqueológico.
De en vez de hacerme perder el tiempo con estas aclaraciones, el arqueólogo Ernesto Salazar debería de cuestionar las ambiciones de Guayasamín y defender el sitio arqueológico que se encuentra en peligro de extinción, por la exagerada depredación minera del monte donde se asienta dicho sitio arqueológico.
Se conoce que, por razones militares, el sistema de posicionamiento global tiene by default una desviación razonable que impide que, en tiempos de paz, un objetivo militar o civil pueda ser ubicado con precisión. Por lo tanto, es muy probable que el Catequilla no tenga en realidad la latitud 0 señalada por un GPS comercial.
Aclaración.
El margen de desviación que tenían los sistemas de posicionamiento global fueron eliminados hace varios años, en la administración del ex presidente de Estados Unidos, Bill Clinton.
Las coordenadas del sitio arqueológico de Catequilla, se encuentran verificadas y medidas mediante GPS geodésico, por parte del Instituto Geográfico Militar, dato solicitado por el FONSAL, Fondo de Salvamento del Distrito Metropolitano de Quito.
El científico Ernesto Salazar, debió informarse y actualizar sus supuestos conocimientos, sobretodo con sistemas de información, los cuales son aplicados permanentemente en la arqueología.
Lo que Cobo parece ignorar es que, a lo largo de la línea equinoccial, hay cientos y miles de puntos exactos con latitud 0, y que ubicarlos no necesitaría ninguna ciencia arcana: solo habría que mirar al suelo para ver si uno proyecta o no su sombra.
Aclaración.
Posiblemente a lo largo de la línea equinoccial pueden existir miles de sitios arqueológicos, pero a diferencia del sitio arqueológico de Catequilla, es la estructura geológica donde se asienta lo que le hace diferente, la cual es la única elevación entre los dos horizontes andinos, el oriental y el occidental; y que además se encuentra en el paralelo cero. Es su singularidad geográfica lo que hace de este monte el mejor observatorio astronómico del mundo con respecto a observaciones astronómicas horizontales. La posibilidad de observación de la bóveda celeste desde la latitud cero, se presenta totalmente íntegra, lo que no es posible en otras latitudes.
No basta mirar al suelo para ver si un individuo se encuentra o no, en la latitud 0. Esto lastimosamente demuestra que el científico Ernesto Salazar, adolece de vacíos con respecto a nociones elementales de astronomía básica. Lo recomendable sería que se limite a los cazadores, recolectores, lo cual es su especialidad. Inclusive existen investigaciones que confirman que en el paleolítico en Europa, ya se conocían los movimientos aparentes de la Luna y sus fases, las cuales fueron registradas en hueso. Sin embargo, esto parece no inmutarle al arqueólogo, quien no se ha molestado en instruirse sobre astronomía elemental.
La proyección perpendicular del disco solar aparente, sobre la superficie de la Tierra, puede abarcar una distancia aproximada de cien kilómetros; depende de la distancia de la Tierra al Sol, ya que la órbita de la Tierra forma una elipsoide, unas veces está más cerca y otras más lejos, perihelio y afhelio. Por lo tanto, los cuerpos dispuestos perpendicularmente sobre la superficie terrestre, no proyectarán sombra, alrededor de una gran área alrededor de la línea equinoccial, los días de los equinoccios, a medio día. Un posible método para ubicar el paralelo cero con precisión, es por medio de la observación de las salidas y puestas helíacas de estrellas ubicadas en el Ecuador celeste y su corrección por medio de la observación del tránsito de la misma por el cenit.
A este descubrimiento, Cobo añade otro de simpleza extraordinaria: que si del Catequilla se trazan líneas en ciertos ángulos (particularmente de los solsticios y los equinoccios) se van a encontrar, en fila, los asentamientos arqueológicos e históricos conocidos (cita, entre otras, una línea que tendría al Catequilla en fila con la iglesia de San Francisco, la Capilla del Hombre, Otavalo, Pomasqui, etc.).
Ahora bien, desde la terraza de mi casa, que no tiene nada de ceremonial ni de extraterrestre, pasan líneas imaginarias que pueden alinear tranquilamente a mi casa con la Casa Blanca, Carondelet, la Comandancia de Policía, y (¿por qué no?), hasta el Catequilla, Pumapungo y Quitoloma . Y esto por una razón muy simple: que alrededor de cualquier punto donde estemos, hay asentamientos de diversas épocas en 360º a la redonda. ¿Que diríamos de alguien que nos confía que ha descubierto que cuando sale el sol es de día? Pues, el descubrimiento de Cobo es de la misma naturaleza: una verdad evidente que no necesita descubrirse. En realidad, lo extraordinario fuera que, a lo largo de las líneas escogidas por Cobo, precisamente NO existiera ningún asentamiento arqueológico o histórico. Esto constituiría un problema arqueológico digno de ser dilucidado con investigaciones sistemáticas.
Aclaración.
Jamás he dicho ni he escrito, que Catequilla tiene en fila la iglesia de San Francisco, la Capilla del Hombre, Otavalo, Pomasqui, etc.
Los alineamientos astronómicos y geodésicos, no son desconocidos, estos alineamientos existen en muchos sitios como en Inglaterra, en el Cuzco, Perú, etc. Estos alineamientos han sido estudiados por varios científicos alrededor de todo el mundo. Posiblemente fueron usados para fines de control organizacional, ordenamiento territorial, comunicación, o inclusive para uso ceremonial. En el caso de mi propuesta, no estoy escogiendo sitios al azar. Cuando se aplica la astronomía y geodesia, no se puede especular con estos alineamientos, deben ser tomados en cuenta azimut precisos, fechas específicas, sitios específicos. No se trata de trazar una línea cualquiera. Los alineamientos deben tener un sentido. En mi investigación he podido comprobar sitios que inclusive están dentro de la línea de vista, sitios arqueológicos, que todavía deben ser investigados para conocer su verdadera funcionalidad y su correspondencia cultural.
Sin embargo, he llegado a encontrar una clara disposición con relación astronómica y creo importante tomarlos en consideración. Lo interesante es que la astronomía nos provee de las evidencias menos variables en el tiempo y en el espacio, nos provee de data matemática que es factible de ser medida, calculada, proyectada y comprobada con absoluta precisión. En caso de que no sean coincidencias que decenas de puntos estén perfectamente dispuestas, no veo el porqué no se puedan tomar en cuenta para sus posibles investigaciones en el futuro y comprender de mejor manera nuestro proceso histórico. En cualquier caso, espero aportar en algo a mi cultura.
Ni yo como arqueoastrónomo aficionado ni el arqueólogo Salazar, tenemos la última palabra , solamente las investigaciones y las evidencias tienen la última palabra.
¿Cómo entender la insistencia de Cobo en un proyecto que no está acompañado de ninguna investigación científica seria?. Por cierto, su compra del sitio con claros fines turísticos, pone en predicamento el modo como puede utilizar la información del sitio.
Aclaración.
Vuelvo a recomendar mi artículo publicado en Chile.
Y reitero, jamás he comprado, ni compraré sitio arqueológico alguno, no soy dueño de ningún sitio arqueológico. Si insiste en esta mentira, que lo compruebe con el registro de la propiedad. En mi caso me reservo el derecho de procesar jurídicamente mi defensa ante estas difamaciones.
La gente que acude al lugar desconoce de solsticios y equinoccios, pero todos bajan del cerro impresionados, declarando a la televisión que en el Catequilla está la cuna de la nación ecuatoriana.
Aclaración.
Nunca he dicho, ni he escrito que la cuna de la nación ecuatoriana está en Catequilla, y tampoco creo que esté en el caliente y cómodo sillón del erudito, supuesto dueño de alguna sagrada verdad, víctima del adoctrinamiento.
Si la identidad nacional tenemos que construirla a partir de los “descubrimientos” del Catequilla, Dios nos libre de la que vamos a sacar de la latitud 0º0’00’’.
Aclaración.
Hay que recordarle al arqueólogo Salazar que el nombre de nuestro país es Ecuador. Para una pobre y débil idiosincrasia lo más común es lo menos evidente. Al buen entendedor, pocas palabras.
Lo más curioso es que Cobo, envuelto en su nebulosa, opta por ignorar el entorno histórico del Catequilla. En efecto, a la base del cerro pasa el antiguo camino precolombino que iba al país caranqui, donde Huayna Capac hizo la última campaña bélica del imperio, y se encuentra además el sitio de Rumicucho, muy visitado por los turistas (por cierto, desde el Catequilla, la vista de Rumicucho es impresionante). Además, al otro lado de la planicie de Rumicucho, se ven los cerros de La Marca, donde existen dos pucaráes precolombinos.
Aclaración.
No se descarta que investigaciones sistemáticas descubran algún sitio precolombino en el Catequilla. Desconociendo que Catequilla es una quichuización del vocablo Katekil, algún aficionado se ha apresurado ya a declarar al cerro como templo de la luna. En realidad, el topónimo original sugiere que el cerro habría sido talvez una huaca de Katekil, el héroe andino que fulminaba a sus enemigos con rayos y truenos. La mitología de los varios Catekillas ubicados en el Ecuador ha sido estudiada por los arqueólogos canadienses John y Sara Topic, quienes han señalado ya que el culto de Katekil fue traído del norte del Perú por Huayna Cápac.
Lo que me ha llevado a realizar mi propuesta, es justamente el hostigamiento y la saturación que hemos sido víctimas los ecuatorianos, cuando se nos ha querido imponer una historia llena de mitos, leyendas, héroes falsos, llena de guerras, violencia y sangre, declarando de que todos los sitios arqueológicos sean consideradas, fortalezas militares, hasta la saciedad. Esto presenta una clara obsesión, aferrada a un arraigo histórico a partir de la conquista española y donde muchos arqueólogos perdieron la objetividad científica al interpretar la historia desde los ojos de los conquistadores.
Yo como muchos latinoamericanos, no me como el cuento de estas historietas y fábulas, nunca nos llevaron a entender una lógica de la vida del hombre con respecto a su entorno, nunca ha construido una identidad. Y gracias a la investigación científica seria, desconectada de dogmas y compromisos académicos, ajustadas a la objetividad científica, estamos comprendiendo otra historia, la historia del Hombre andino con respecto a su hábitat, esa es la historia que se necesita. Ya basta de mitos y guerras, la historia de la violencia.
Yo fui la persona que guió a John Topic, en el valle de San Antonio, respeto sus investigaciones, sin embargo, ¿Porqué descartar el posible uso astronómico de estos sitios?
El investigador Topic, evitó realizar algún comentario con respecto a los temas astronómicos y geodésicos, fue franco y sincero, reconociendo que no conocía acerca de estos temas.
Por ello, no extraña que cualquier individuo o comunidad que tenga una loma en su llacta, la declare observatorio astronómico, para turismo de los ingenuos y manantial de labia de los charlatanes.
Aclaración.
Cualquier individuo o comunidad que quiera plantear alguna funcionalidad o correspondencia cultural específica a alguna loma de su llacta, o de algún sitio arqueológico, lo deberá comprobar con evidencias, sean observatorios antiguos o fortalezas militares, para evitar justamente que sean víctimas de uso de los “charlatanes y difamadores”.
Para finalizar:
Debo anotar que mi actividad no solamente se limita a la formulación de una propuesta con respecto a la arqueoastronomía en el Ecuador y que en el presente soy la única persona que lo realiza, y espero que algún día sea analizada y sometida a observaciones puntuales y concretas por una persona o personas instruidas en el tema. También me he dedicado a realizar denuncias y una constante defensa de varios sitios arqueológicos que se han destruido y que en estos momentos están desapareciendo como es el caso del monte Catequilla. También he trabajado porque muchos de los sitios arqueológicos que son desconocidos por la mayoría de ecuatorianos salgan del anonimato en el que se encuentran y así dar a conocer la riqueza de nuestro patrimonio cultural. Trabajo con las comunidades indígenas procurando establecer mecanismos alternativos para su desarrollo apegado a su cultura.
Por estas y muchas razones más, creo que merezco respeto e inclusive ayuda. Propongo a las personas que quieran cuestionarme que primero ayuden a “SALVAR LOS SITIOS ARQUEOLÓGICOS QUE ESTÁN EN PELIGRO”, creo que esa es una de las responsabilidades de la sociedad arqueológica ecuatoriana. Puedo asegurar que eso es mucho mejor que estar perdiendo el tiempo en difamaciones.
Espero que en el futuro, cualquier persona o personas que quieran cuestionar a quien sea, que se realicen observaciones puntuales y concretas y que sean acompañadas con información y documentación. Creo que no vale la pena que de cuestionador se pase a ser cuestionado, como el escrito por el cual exijo una explicación. La única explicación que encuentro es, mala fe.
Agradezco la insistencia de amigos arqueólogos que me han recomendado exigir una explicación y disculpas por esta difamación.
Propongo a los investigadores ecuatorianistas, renunciar a la subcultura, en la cual la hipocresía y la ignorancia, desacatan los principios éticos y la actitud moral. Es hora de madurar, no dejarse llevar por los rumores, los chismes, la envidia y los celos. La ciencia no se construye con prejuicios, sino con objetividad y seriedad, con generosidad y apoyo entre los investigadores que supuestamente aman su cultura.
Porque la verdad siempre prevalezca.
Atentamente,
Cristóbal Cobo Arízaga
170589970-4
Arqueoastrónomo aficionado.
RESPUESTA
El Sr. Cobo ha presentado un documento en el que da explicaciones a las objeciones que hiciera a su trabajo en mi artículo El Ecuador desde el Catequilla (Apachita 8:7-9).
Al respecto, debo manifestar lo siguiente:
1. Los temas a los me referí en en mi articulo son los siguientes: la latitud 0°00'00" del Catequilla; los alineamientos de asentamientos históricos y precolombinos; y el contexto del Catequilla como huaca del culto a Catekil.
2. No he hablado sobre arqueastronomía, ni si el sitio Catequilla es o no observatorio precolombino. El asunto del observatorio astronómico lo traje a colación, en mi artículo, solamente para señalar que es un tema preferido de la prensa.
Respecto a la latitud 0°00'00", C. Cobo señala que Mr. Clinton ha eliminado el margen de desviación del GPS. Pues, tanto mejor. Ahora sabemos entonces que el sitio Catequilla se encuentra “realmente” en latitud 0°00'00". Pero eso es irrelevante, a no ser que se explique que el emplazamiento del sitio, por los antiguos habitantes, no es fortuita, sino producto de algun conocimiento astronómico. Desde el punto de vista arqueológico, ni siquiera es necesario que el sitio tenga exactamente latitud 0. Cualquier desviacion de 20, 30 m. con respecto a la línea equinoccial, no le quitaría al sitio su posición ecuatorial. La pregunta mas crucial de los arqueólogos es obviamente, ¿Por qué el sitio Catequilla tendría relevancia excepcional, cuando hay cientos y miles de sitios en la misma latitud, a lo largo de la línea equinoccial? Cobo señala que es la “estructura geológica donde se asienta el sitio”, lo cual no explica nada, porque ni siquiera menciona cual es esa estructura geológica. También menciona la posición geográfica como relevante, pero no explica por qué lo es.
Cobo hace alguna mención a los pavimentos de piedra del sitio Catequilla y región adyacente, señalando que están en asociación con sitios arqueológicos. Que una plataforma circular (noque?) esté en un sitio arqueológico o junto a él, no significa que la estructura esté “asociada” al sitio arqueológico. Asociación significa en arqueología que hay correlación cultural y cronológica entre la estructura y el resto del sitio arqueológico.
Es muy frecuente que en sitios arqueológicos se encuentren estructuras tardías, sin que esto signifique asociación con el resto de cultura material del sitio. Cobo señala que los pavimentos de San Antonio de Pichincha “tienen diferentes diseños, compuestos de líneas de piedras dispuestas diametralmente o radialmente o simplemente en forma paralela. Esto es muy común en caminos, pavimentos y hasta entradas de casa coloniales. Y la razón reside en que se establecían primero “líneas guías” de piedras, para asegurar un empedrado ordenado y ajustado.
El tema de los alineamientos de monumentos y asentamientos históricos y precolombinos, lo he explicado suficientemente en mi artículo. Si asumimos que el Sr. Cobo tiene la razón de que, en ciertos ángulos, hay alguna alineación privilegiada de monumentos, la pregunta es ¿Por qué?. ¿Qué razón cultural y social llevó a las sociedades involucradas a ponerse en línea para construir su casa o sus templos?.
He señalado que parecía extraño que Cobo ignorara el entorno histórico del Catequilla (monumentos cercanos, mitos de Catekil, probabilidad de que el cerro fuera una huaca del trueno o de la guerra, etc.). Veo ahora que C. Cobo lo esta ignorando deliberadamente a favor de una hipótesis de uso astronómico del sitio. Aunque mi articulo no menciona este asunto, no descarto que el Catequilla haya sido usado como observatorio astronómico, siempre que se muestre la evidencia pertinente. Y si Cobo lo comprueba y además usa el entorno histórico del sitio, se habria logrado poner en valor un cerro que al visitante común no le parece nada especial.
La arqueoastronomia tiene relevancia solamente si esta complementada con información arqueológica proveniente de excavaciones sistemáticas. Y hasta que la tenga, las investigaciones de Cobo adolecerán de interpretación adecuada, por falta de evidencia cultural. Lo importante es recordar que cuando un científico habla o escribe se somete indefectiblemente al ojo escrutador de sus pares. He dicho lo que pienso, y no pretendo tener la verdad. Por lo tanto, no tendré reparo alguno en aceptar las teorías de Cristóbal Cobo, si vienen acompañadas de un argumento coherente y bien estructurado. Cualquier error que se cometa fuera del debate, se lo rectifica públicamente, pero el debate continúa, no en busca de “ganadores” sino de rigor científico que permita avanzar en la comprensión del pasado ecuatoriano.
Ernesto Salazar
01-0012209-2
Si usted quiere ver alguna información sobre los trabajos de Cristóbal Cobo, puede visitar su página web http://quitsato.org.
Tan pronto como terminé la lectura del artículo “Ecuador desde Catequilla” cuyo autor es el Arqueólogo Ernesto Salazar sentí la necesidad de expresar mi pensamiento de forma libre y soberana como joven ecuatoriano que soy. Conozco muy de cerca el trabajo, la investigación y el esfuerzo que Cristóbal Cobo ha realizado en los últimos años y ésta es la causa que me ha motivado el hacer mis comentarios al respecto.
No se puede tomar de ninguna otra manera, este escrito, sino como un vil e innecesario ataque al trabajo de un grupo de jóvenes innovadores que sueñan, como todos, con un País cada día mejor y renovado. He sentido indignación al leer como se toma a la ligera un trabajo serio de muchos años y se hace burla de su principal gestor. Creo que el motivo que llevó a Salazar a escribir esto es su pobreza de espíritu que no le permite ver más allá de su limitado conocimiento sobre el tema y una supina ignorancia inclusive sobre lo que es su especialidad.
No es mi afán el polemizar, ni meterme en problemas con nadie pero veo que ya en estos momentos existen dos respuestas de apoyo a Cristóbal Cobo y también he podido ver su propia defensa del tema por lo cual me permito felicitarle. No puedo decir lo mismo de la pobre respuesta de Salazar a un problema creado por su ligereza al escribir puesto que el mismo reconoce haber escrito cosas sin base sólida de sustentación, sino por rumores escuchados, cuando dice “presentando al afectado mis disculpas por este error, fruto sólo de rumores no comprobados adecuadamente”. Es una pena que una revista de arqueología de una universidad de cabida a este tipo de artículos.
De todas maneras y con el único afán de esclarecer el sinfín de tópicos que en el artículo original se comenta, creo necesario para beneficio de todos los que estamos interesados en el tema dar mi opinión personal punto por punto de sus afirmaciones. A continuación expongo lo siguiente:
A continuación
Texto en con comillas citas de ernesto salazar
Y lo que no tiene es mi critica
http://revistas.arqueo-ecuatoriana.ec/
Ecuador desde Catequilla
Escrito por Ernesto Salazar
martes, 06 de marzo de 2007
“Desde hace algún tiempo, Cristóbal Cobo, arqueoastrónomo aficionado, ha venido difundiendo un “proyecto” que tiene como escenario principal el cerro Catequilla, ubicado en la Mitad del Mundo.”
¿No le parece bueno que alguien haga algo positivo por el País cuando hay demasiados que sólo hablan y critican como Ud. lo hace?
“El hombre mueve palancas, acude a las radios, a las estaciones de televisión, o a los periódicos locales, donde siempre encuentra un “periodista” que le acolita en su empresa digna de mejor causa.”
El “hombre” como Ud. le tacha despectivamente ha hecho por su Patria mucho más de lo que muchos como Ud. no lo han hecho jamás.
“Para rematar la difusión de su proyecto, Cobo ha producido ya un DVD “educativo” que difunde sus ideas en el ámbito escolar. “
Que bueno que por lo menos haya alguien que difunda la cultura y haga conocer al País en sus verdaderos valores sin intervenciones de ningún tipo de quienes están llamados a hacerlo pero que lamentablemente nada hacen. Si para Ud. lo educativo merece comillas es una lástima ya que miles de ciudadanos del mundo no lo consideran así.
“En la cima del cerro se observa un muro circular de piedra, junto a un pavimento de piedra, también circular, pero sin muro delimitante, que nunca han sido excavados por un arqueólogo”.
¿Como se atreve a afirmar esto sino sabe que si se han hecho excavaciones y estudios con arqueólogos profesionales y con título?
“Hay gente que opina que lo pavimentos de piedra son “noques” coloniales o republicanos, usados para aventar el trigo,”
Si, en verdad hay gente que dice cualquier cosa y peor todavía quienes creen esas opiniones, lo que no saben es que la gente de antes NO ERA TONTA para llevar carga a la cima de la montaña, que es mucho más esfuerzo que llevarla abajo, lo cual si es lógico, ¿O no? ¿Además que trigo podían aventar en un lugar en el que nada o casi nada se puede producir?
“ lo cual no inmuta al arqueoastrónomo que, de paso, ha comprado el terreno del sitio para impulsar su proyecto”.
¿Cómo se atreve a afirmar esto? Se nota que Ud. escribe además de forma ignorante, con muy mala fe.
“La clave del mismo es el descubrimiento de que el mencionado cerro tiene latitud 0º0’00’’, confirmada con un GPS. Se conoce que, por razones militares, el sistema de posicionamiento global tiene by default en castellano esto significa “por defecto” una desviación razonable que impide que, en tiempos de paz, un objetivo militar o civil pueda ser ubicado con precisión. Por lo tanto, es muy probable que el Catequilla no tenga en realidad la latitud 0 señalada por un GPS comercial.”
Lo de probable es una afirmación suya, pero pese a sus claras intensiones, hasta el día de hoy nadie ha refutado esta verdad. Con su sui géneris forma de pensar de seguro afirmará que la línea Ecuador pasa exactamente por el monumento de la ciudad Mitad del Mundo lo cual sin duda alguna NO ES VERDAD. Le sugiero utilizar la herramienta Google Earth en Internet y comprobará que está totalmente equivocado.
“ De todas maneras, este descubrimiento indicaría que el Catequilla es el punto exacto de la Tierra donde uno se pierde detrás de su sombra, asunto que intriga al descubridor, si se considera que nuestros antepasados habrían descubierto la posición ecuatorial cientos (o miles?) de años antes de que la moderna tecnología lo haya logrado con complicadas triangulaciones con satélites artificiales”.
Da pena ver como Ud. menosprecia con lo que no está de acuerdo, lea un poco Sr. Salazar sobre lo que la Inquisición hizo contra quien se atrevió a decir que era la tierra la que se mueve y no el sol, como los sabios y académicos de aquel entonces lo afirmaban y como lo dijo Galileo “Y sin embargo se mueve”. Es penoso que haya ecuatorianos como Ud. que sigan pensando que nuestros antepasados eran ignorantes y tontos. La gran verdad es que fueron brutalmente aplastados cultural y físicamente por lo conquistadores, cosa que se supone que Ud. como persona culta debería conocer.
“ Lo que Cobo parece ignorar es que, a lo largo de la línea equinoccial, hay cientos y miles de puntos exactos con latitud 0, y que ubicarlos no necesitaría ninguna ciencia arcana: solo habría que mirar al suelo para ver si uno proyecta o no su sombra.”
La ignorancia no es de Cobo como Ud. lo afirma, le sugiero no sólo enterarse lo que Cobo dice en sus conferencias a las cuales debería asistir no sólo para “oir”• sino para “escuchar” lo que él dice. Además si lee un poco de historia sabría que para los aborígenes americanos el Sol era su dios. ¿Si para Ud. es tan fácil ya que solamente ver al suelo le indica donde está la línea Ecuador, entonces que le preocupa lo que Cristóbal Cobo está haciendo y para que tanto problema?
”A este descubrimiento, Cobo añade otro de simpleza extraordinaria: que si del Catequilla se trazan líneas en ciertos ángulos (particularmente de los solsticios y los equinoccios) se van a encontrar, en fila, los asentamientos arqueológicos e históricos conocidos (cita, entre otras, una línea que tendría al Catequilla en fila con la iglesia de San Francisco, la Capilla del Hombre, Otavalo, Pomasqui, etc.). En buen razonamiento arqueológico, esto hubiera requerido que, a lo largo de la historia ecuatoriana, numerosos pueblos indígenas, mestizos y europeos, habrían tenido que responder a algún “inconsciente colectivo” para alinear sus ciudades (y hasta edificios), de acuerdo a ciertas pautas predeterminadas por un oscuro y no descubierto pueblo precolombino.”
¿Lea señor Salazar y saldrá de su ignorancia, tengo entendido que Cristóbal Cobo no ha descubierto lo que Ud. tan ligeramente afirma, lo han hecho muchos, no pocos, estudiosos de las culturas Inca y aborígenes, si se molesta en buscar encontrará abundante material para que salga de su ignorancia. Pese a su profesión parece olvidar, porque debería saberlo, que para los antiguos habitantes de los Andes el sol y sus movimientos aparentes en el horizonte era lo que para nosotros ahora son los calendarios y relojes, es decir lo más importante. Puede leer en “Etno y Arqueo Astronomía en las Américas” que son las Memorias del Simposio ARQ-13 del 51ª Congreso Internacional de Americanistas celebrado en Santiago de Chile del 14 al 17 de Julio del 2003, el artículo: LA MITAD DEL MUNDO: EL SITIO ARQUEOLÓGICO SOBRE EL MONTE CATEQUILLA, EN LA LATITUD CERO, ECUADOR, desde la página 113 a la 132 que es el documento sobre la conferencia dada por Cristóbal Cobo en tan importante cónclave científico, esto le ilustrará sobre el tema y además en la bibliografía encontrará suficiente material que le sacará de su ignorancia.
”Ahora bien, desde la terraza de mi casa, que no tiene nada de ceremonial ni de extraterrestre, pasan líneas imaginarias que pueden alinear tranquilamente a mi casa con la Casa Blanca, Carondelet, la Comandancia de Policía, y (¿por qué no?), hasta el Catequilla, Pumapungo y Quitoloma”
Que pena que Ud. Se burle de un trabajo que conozco se lo ha hecho con sacrificio y con recursos propios sin que a Ud. le haya costado nada. ¿No le parece más útil que en vez de burlarse debería aprovechar el conocimiento que sin costo alguno Ud. está recibiendo?
“Y esto por una razón muy simple: que alrededor de cualquier punto donde estemos, hay asentamientos de diversas épocas en 360º a la redonda. ¿Que diríamos de alguien que nos confía que ha descubierto que cuando sale el sol es de día? Pues, el descubrimiento de Cobo es de la misma naturaleza: una verdad evidente que no necesita descubrirse.”
Parece que para Ud. el trabajo de Cobo es menos importante que el descubrimiento del agua tibia, que lástima que nunca se valore en la tierra propia que vale la pena, lo único que le puedo decir, por lo que conozco, es que actualmente hay muy pocos ecuatorianos vivos que hayan sido tomados en cuenta por entes culturales de todo el mundo como Cristóbal Cobo Arízaga de quien debería estar orgulloso en vez de ser su gratuito detractor. Esto se confirma por las innumerables publicaciones de su trabajo en Ecuador, Gran Bretaña, Holanda, Alemania, Estados Unidos, Chile y que haya sido traducido a más de ochenta idiomas.
“En realidad, lo extraordinario fuera que, a lo largo de las líneas escogidas por Cobo, precisamente NO existiera ningun asentamiento arqueológico o histórico. Esto constituiría un problema arqueológico digno de ser dilucidado con investigaciones sistemáticas.
¿Cómo entender la insistencia de Cobo en un proyecto que no está acompañado de ninguna investigación científica seria? Esta es una afirmación suya y solamente suya. Por cierto, su compra del sitio con claros fines turísticos, pone en predicamento el modo como puede utilizar la información del sitio. La gente que acude al lugar desconoce de solsticios y equinoccios, pero todos bajan del cerro impresionados, declarando a la televisión que en el Catequilla está la cuna de la nación ecuatoriana (?)”.
¿Que bueno que haya alguien quien libre de la ignorancia a tanta y tanta gente o le parece mal esto también? Mejor todavía el que la gente quede impresionada al conocer algo que les llene y satisfaga.
“Si la identidad nacional tenemos que construirla a partir de los “descubrimientos” del Catequilla, Dios nos libre de la que vamos a sacar de la latitud 0º0’00’’.”
Que hermoso sería tener la seguridad que nuestros antepasados sabían mucho más de lo que suponemos y que no eran tan ignorantes como siempre nos han querido inculcar, esto nos haría orgullosos de ser ecuatorianos. ¿No le parece? Y por favor nunca olvide que nuestro País se llama Ecuador.
”Lo más curioso es que Cobo, envuelto en su nebulosa, opta por ignorar el entorno histórico del Catequilla.”
Una vez más Ud. opina algo sin saber nada, creo que no hay otro ecuatoriano que defienda más que Cobo el que no se destruya Catequilla con la permanente extracción ilimitada de materiales pétreos para la construcción, por favor, para escribir y atacar a una persona por lo menos hay que investigar un poco. ¿No es su profesión Sr. Salazar el ser un investigador nato? Que pena que se la haya pasado por alto algo tan elemental.
“En efecto, a la base del cerro pasa el antiguo camino precolombino que iba al país caranqui, donde Huayna Capac hizo la última campaña bélica del imperio, y se encuentra además el sitio de Rumicucho, muy visitado por los turistas (por cierto, desde el Catequilla, la vista de Rumicucho es impresionante). Además, al otro lado de la planicie de Rumicucho, se ven los cerros de La Marca, donde existen dos pucaráes precolombinos.”
En todo caso aquí cabe la siguiente pregunta: ¿Qué ha hecho Ud. como ecuatoriano para preservar estos lugares que tanto significaron para nuestros antepasados?
”No se descarta que investigaciones sistemáticas descubran algún sitio precolombino en el Catequilla. Desconociendo que Catequilla es una quichuización del vocablo Katekil, algún aficionado se ha apresurado ya a declarar al cerro como templo de la luna. En realidad, el topónimo original sugiere que el cerro habría sido talvez una huaca de Katekil, el héroe andino que fulminaba a sus enemigos con rayos y truenos. La mitología de los varios Catekillas ubicados en el Ecuador ha sido estudiada por los arqueólogos canadienses John y Sara Topic, quienes han señalado ya que el culto de Katekil fue traído del norte del Perú por Huayna Cápac. En otras palabras, el cerro Catekilla de Cristobal Cobo puede servir turísticamente como el mirador de un trecho de historia y mitología andinas del antiguo Ecuador, sin necesidad de recurrir a ninguna especulación de naturaleza astronómica no debidamente probada.”
Claro, como siempre, lo que dicen los extranjeros es lo único que vale para nuestros mediocres intelectuales. ¿No sería mejor que Ud. mismo, si tanto le interesa o le molesta, investigue con métodos científicos y certeros lo que un buen ecuatoriano lo ha hecho sin pedir nada a cambio? Lo curioso es que Cristóbal Cobo fue quien justamente colaboró con estos investigadores para su trabajo.
“Por cierto, es saludable que la sociedad no académica se involucre en averiguar sobre el pasado del país, pero hay que tener en cuenta que la ciencia tiene reglas, y muy rigurosas. No seguirlas lleva al establecimiento de una pseudoarqueología que, al no encontrar espacio en la academia, copa los medios de comunicación, desorientando a la ciudadanía.”
Que pena que la “academia” (siempre entre comillas) a la que Ud. Alude, no haya hecho nada para apoyar los trabajos y más penoso es que Ud. que debe tener alguna formación científica se olvide que los grandes descubrimientos de la humanidad no siempre fueron hechos por laureados científicos y academicistas, sino por gente común que en contra de los que se dicen sabios nos han dado lecciones y nos han dejado el conocimiento para nuestro provecho.
“Y ya sabemos que, para los “medios”, la arqueología tiene rating solamente si los vestigios han sido abandonados por los extraterrestres, o si han constituido, probadamente o no, observatorios astronómicos. Poco importa si el sitio carece hitos de referencia (estelas, montones de piedras, rocas en el paisaje, los lados del umbral de una entrada, etc.) construidos o utilizados para marcar el segmento del horizonte o del cielo donde se habrían hecho las observaciones astronómicas.”
La opinión de los medios es suya y se nota su resentimiento e ignorancia, Ud. pide la presencia de estelas propias de la cultura Maya en los Andes, piedras amontonadas propias de las culturas neolíticas europeas, en las tierras ecuatorianas y se olvida que nuestros antiguos llevaban las cuentas y su historia en los “quipus” que por su naturaleza se han destruido y una vez más olvida que la cultura de nuestros indios fue destruida totalmente por los conquistadores.
“Por ello, no extraña que cualquier individuo o comunidad que tenga una loma en su llacta, la declare observatorio astronómico, para turismo de los ingenuos y manantial de labia de los charlatanes.”
Que pena Sr. Salazar que no tenga otra cosa mejor que hacer que insultar a personas que lo único que han hecho es algo positivo para el País.
Espero que mis comentarios sirvan para orientar el debate en el sentido de una colaboración de beneficio mutuo y no que lleve a una confrontación inútil e intrascendente que tanto mal nos ha hecho como País.
Atentamente
Cristian Cueva
FAVOR SEGUIR EL TEMA DEL FORO : "EL CERRO CATEQUILLA COMO SITIO ARQUEOLÓGICO" Y NO UTILIZAR ESTE FORO PARA DEFENDER O ATACAR PERSONALMENTE A LOS ACTORES DE ESTE DEBATE.
A futuro, insultos personales no serán admitidos en el foro.
Como una lectora activa de la web de Arqueología Ecuatoriana he estado siguiendo muy de cerca el debate entre el Arqueólogo Ernesto Salazar y el Arqueoastrónomo Cristóbal Cobo. Cada uno ha expresado sus respectivos argumentos y hasta la presentación de las respectivas disculpas y rectificaciones.
Considero que una vez aclarado estos argumentos y mucho más que ha sobresalido la objetividad, honestidad y principalmente los conocimientos de las partes involucradas, nos concede el derecho al público en general de seguir investigando y obtener nuestras propias conclusiones. Se espera que no se utilice la web como un medio para medir fuerzas entre profesionales ni se llegue a la ofensa personal del individuo ya que la web fue exclusivamente creada para informar y publicar los artículos de reconocidos científicos tanto nacionales como extranjeros.
La insistencia y persistencia en el tema en cuestión puede malinterpretarse al grado de caer en el sensacionalismo o en la creación de una imagen que intenta conseguir objetivos ajenos de la web. Los temas que se presentan en el foro son para dar nuestra opinión y argumentar al respecto y no para el marketing de algo o alguien en particular y no generar el temor de que al escribir sobre un tópico específico, alguien viene por la espalda y clava el puñal de la discordia.
Muy respetuosamente les solicito que aprovechemos al máximo los recursos de este medio para aprender, informarse y enfocarse en el común denominador de los profesionales de las Ciencias Sociales, la protección de nuestro patrimonio arqueológico e intangible.
SITIO ARQUEOLÓGICO CATEQUILLA
El artículo “Ecuador desde el Catequilla”, suscrito por Ernesto Salazar, analiza las actividades del Sr. Cristóbal Cobo en el sitio Catequilla, localizado a menos de 30 Km. al norte de la ciudad de Quito. Salazar, en conclusión, pone en duda la calidad científica de estos estudios y estima que se trata de un programa de interés turístico que difunde una interpretación cultural pseudo arqueológica.
Respecto de este tema, declaro que no conozco las publicaciones de C. Cobo, tampoco sus ponencias o material de difusión que dice realizar, con excepción de su Museo instalado en la “Ciudad Mitad del Mundo”, donde se exhibe una fotografía tomada de una publicación de mi autoría, sin referencia de la fuente.
Por haber realizado estudios en la zona, creo de mi responsabilidad aclarar algunos datos para conocimiento de los interesados.
1. UBICACIÓN DEL SITIO
Parroquia: San Antonio de Pichincha
Cantón: Quito
Coordenadas: Lat. 00° 00' 38.8"; Long. 78° 64' 79"
Altitud: 2658 m
El acceso a la cima del cerro Catequillá se lo puede hacer caminando, a partir del barrio del mismo nombre, o en vehículo, utilizando el carretero que conduce a los tanques de agua potable instalados en el sector de Carcelén Bajo. Este camino permite el ingreso de vehículos 4 x 4 hasta el límite de un campo de cultivo.
2. LA EVIDENCIA ARQUEOLÓGICA
En la cima del cerro Catequillá se conservan vestigios de una plataforma elevada de tierra de 60 m de diámetro, identificada por un talud de 1 m de alto en el borde norte, mientras que en su opuesto, el desnivel desaparece progresivamente y se confunde con el suelo natural de la colina. Esta formación artificial la denominé “bohío Catequilla” y así consta en mi libro “Apuntes etnohistóricos del Valle de Pomasqui (1), en atención a su forma circular. El desnivel que delimita el círculo en su segmento norte, es de tierra y no hay, a mi criterio, ningún muro de piedra.
En el borde oeste de la plataforma elevada, y mirando hacia la planicie de Rumicucho, se identifica un empedrado circular de aproximadamente 3 m de diámetro, muy similar a otros registrados en el área. Estas “ruedas de piedra” como también se las conoce, no han sido excavadas, por lo que puede tratarse de construcciones prehispánicas o “eras” de las haciendas del período colonial o posterior. Si bien existe este vacío en la investigación de estos vestigios, hay que señalar que en el área de Rumicucho se han registrado seis círculos de piedra, los mismos que fueron estudiados por el autor de esta nota, conjuntamente con Valentín Yurevich y otros colaboradores. Los resultados de este estudio están publicados (2). Un análisis de los círculos de piedra mencionados, también lo publiqué en la Revista Cultura del Banco Central del Ecuador (3).
En el año 2002, a solicitud de los concesionarios de la Mina San Catequilla, realicé una prospección arqueológica, cuyo informe reposa en el INPC (4). En las pruebas de pala (87) realizadas en el sector de la plataforma elevada se obtuvo una muestra de 3 tiestos; 212 fragmentos cerámicos y 16 objetos líticos fueron recolectados en superficie. El análisis del material cultural reveló que éstos tienen procedencia diversa: Cosanga, Quitu e Inca. Por la superficialidad de los materiales, se puede sospechar que el sitio es incaico, no obstante la existencia de muestras de culturas de Integración.
Antes de sugerir una probable interpretación de la arqueología de los círculos de piedra, conviene tener en cuenta el lugar dónde se encuentran:
PLATAFORMA PUCARÁ DE RUMICUCHO
Ubicación: En la cima de la tercera terraza del Pucará de este nombre (actualmente desaparecida).
Altitud: 2 419 m
Latitud: 0 grados, 01’
Longitud: 78 grados, 25’ 44’’
PLATAFORMA PUCARÁ LA MARCA
Ubicación: A unos 50 m al sur del pucará. Descrito por primera vez por Plaza en 1976.
Altitud: 2 970 m
Latitud: 0 grados, 02’ 08”
Longitud: 78 grados, 27’ 17’’
PLATAFORMA DE LA LLANURA DE LA MARCA
Ubicación: En medio de los tres cerros de la Marca se extiende una pequeña llanura aluvial que desciende desde el monte más alto en forma de un gran abanico, en cuya parte central existe una avenida de piedras que dejan al centro un cauce que probablemente tiene intervención humana. No sería rara esta apreciación, si sabemos que la agricultura en la zona debió realizarse con riego. En este caso, los caudales de la cuenca de los cerros de La Marca, pudieron ser canalizados en dirección a la llanura. Esta hipótesis tendría que ser comprobada mediante una investigación más exhaustiva.
Altitud: 2 900 m
Latitud: 0 grados, 02 ’
Longitud: 78 grados 27 ’ 5’’
PLATAFORMA CASA DE HACIENDA RUMICUCHO
Ubicación: Al extremo occidental de la llanura de Rumicucho, contigua a la casa de hacienda, restaurada por el Museo del Banco Central del Ecuador para destinarla a Museo de Sitio, que nunca se instaló.
Altitud: 2 425 m
Latitud: 0 grados 01’ 08’’
Longitud: 70 grados 26’ 5’’
PLATAFORMA BOHÍO CATEQUILLA
Ubicación: El cerro Catequilla cierra el encañonado del río Monjas en su parte oriental, antes de unirse con el Guayllabamba. La cima, de superficie ligeramente curva, está coronada por una estructura de tierra de forma circular (bohío) de aproximadamente 60 m de diámetro. Este espacio redondo esta evidenciado por un muro de tierra, de aproximadamente 1m de altura. La mitad sur de este testimonio ha desaparecido, mientras que la parte norte aún se conserva.
Altitud: 2 633 m
Latitud: 0 grados, 00’ 13”
Longitud: 78 grados 25’6”
PLATAFORMA QUEBRADA COLORADA
Ubicación: Muy cerca de la quebrada Colorada, aproximadamente a unos 1000 m en línea recta del Pucará de Rumicucho. Esta estructura, según los campesinos de la zona también es identificada como “era“ de la antigua hacienda, parte de cuyas construcciones existían muy cerca de la quebrada en referencia. Se procedió a limpiarla, comprobándose su óptimo estado de conservación.
Altitud: 2 382 m
Latitud: 0°
Longitud: 78° 26’ 2”
3. INTERPRETACIÓN CULTURAL
El primer historiador moderno en dar una explicación del topónimo “catequilla” fue Luciano Andrade Marín (5), quien traduce el término como voz quichua: “quilla”, igual Luna, “catequilla”, significa “el que sigue a la Luna”. El término “quilla”, también fue recogido, en el siglo XIX, por Luis Cordero (6), quien lo traduce como Luna, e incluso en una de sus acepciones, menciona “el mes o renovación de la luna”, criterio éste que también mencionan los cronistas (Murúa, 1987: 449). En el quichua quiteño, “catequilla” significa el que cobija o cubre a la luna, y no sólo hace referencia a este satélite de la tierra, sino a un rito muy difundido en las culturas andinas (7).
Si damos crédito al aporte de la lingüística, deberíamos admitir que el sitio tiene una vinculación con la observación lunar, divinidad que en tiempos de los incas tenía su celebración en el mes de septiembre, según lo cuenta José de Acosta. En septiembre (equinoccio) se celebraba la fiesta de Coyaraime, en honor de la Luna, cuya representante en la tierra era la Coya, esposa y hermana del Inca.
Respecto del significado del vocablo, E. Salazar se inclina por entender el topónimo “catequilla” como deformación del término “catekil”, dios del trueno en la mitología incaica. Sin embargo, vale señalar que no todas las fuentes etnohistóricas coinciden en esta apreciación. Solo por señalar una divergente, cito a Murúa (8), quien dice que el trueno era llamado “chuquilla”. Más allá de las dos interpretaciones, no se puede olvidar que el topónimo de la colina es “catequilla” y no “catekil”, como se pretende interpretarlo. Si las dos voces tienen conceptos distintos, por qué se ha de asumir que se trata de una deformación lingüística.
Esta interpretación se complementa con el análisis arqueo-astronómico realizado por Yurevich (6), quien encuentra un alineamiento del empedrado circular de Catequilla, con otras plataformas de la zona: quebrada Colorada, casa de hacienda Rumicucho y llanura La Marca. Esta línea está marcando el punto máximo austral de la salida de la Luna. Otra plataforma tiene diámetros orientados a puntos de salida del Sol en los días de los solsticios.
¿Qué importancia tenía para los pueblos andinos observar los movimientos de la Luna o del Sol? Los estudios etnohistóricos y arqueológicos resaltan el valor de estos conocimientos como un recurso para organizar el tiempo, es decir, establecer un calendario para manejar las actividades productivas (agricultura, pastoreo) y de otra índole (ritos, ceremonias, fiestas). Los puntos de observación, por lo tanto, se convertían en hitos que debían perennizarse en el paisaje, ya sea mediante la colocación de una piedra, un poste de madera o cualquier otro elemento constructivo. En el caso que nos ocupa, la plataforma de tierra cumplió esta función; los círculos de piedra, no lo sabemos. Vale también recordar que la evidencia arqueológica del talud de tierra que delimita la figura circular, únicamente es visible en el segmento norte. A lo mejor se trata de una estructura en forma de media luna, precisamente para representar la fase menguante. Visto así el testimonio material, habría que descartar aquella idea de que el resto de la plataforma de tierra se ha perdido.
Si las ruedas de piedra no están asociadas a los sitios arqueológicos del área (Pucará la Marca, Pucará Trigoloma, Camino prehispánico, Pucará de Rumicucho, bohío Catequilla), tendríamos que aceptar que su emplazamiento es una coincidencia cultural y que los empedrados circulares son “eras” de las haciendas de la zona. Para dilucidar este tema se debe investigar arqueológicamente estos vestigios y establecer su función y temporalidad.
4. PROPIEDAD Y USO DEL SITIO
El sitio arqueológico se encuentra en el área de la Concesión Minera San Catequilla, cuyos propietarios tienen la obligación de garantizar su preservación de conformidad con la legislación correspondiente.
Desde la cima de Catequilla se divisa un horizonte de 360 grados, convirtiéndose este lugar en un atractivo mirador del valle de Pomasqui. Lamentablemente, no existe ningún plan de conservación y aprovechamiento de este monumento arqueológico con fines educativos y turísticos. Para llevar adelante este objetivo, sería importante que se realicen investigaciones que complementen lo conocido y se difunda sus resultados a través de una publicación con el aval de una institución, oficial o privada, pertinente.
Finalmente, estimo que la tarea de los arqueólogos tiene una gran responsabilidad social, en tanto en cuanto a través de las investigaciones aportamos al conocimiento del pasado antiguo del Ecuador, conocimiento que luego se traslada a textos escolares, guías de difusión, páginas web y museos. Si tal es la magnitud e importancia del trabajo que hacemos, es natural que esta actividad deba estar reservada a los profesionales, precisamente para evitar la que la pseudo arqueología se convierta en noticia.
____________________
Referencias citadas
(1) Almeida Reyes, Eduardo, (1993): Apuntes etnohistóricos del Valle de Pomasqui. Abya Yala, Quito.
(2) Yurevich, Valentín, Eduardo Almeida, L. Espín y G. Guayasamín, (1995): “Orientación astronómica de algunos monumentos arqueológicos del Ecuador”. En Revista Geográfica Nº 35, IGM, Quito.
(3) Almeida Reyes, Eduardo, (1998): “Plataformas circulares de piedra en la zona de Rumicucho”. En Cultura Nº 4, Banco Central del Ecuador, II Época, Quito.
(4) Almeida Reyes, Eduardo, (2002): Prospección arqueológica en la concesión minera San Catequilla. Informe presentado al INPC, Quito.
(5) Andrade Marín, Luciano, (1954): El Reino de Quito. Edit. Los Andes, Quito.
(6) Cordero, Luis, (1989 / 1892): Diccionario Quichua. Corporación Editora Nacional, Quito.
(7) Costales, Alfredo, Piedad Costales y Jaime Costales (1996): Mitos Quitu-Cara. Abya Yala, Quito.
(8) Murúa, Martín, (1987): Historia general del Perú. Crónicas de América, Nº 35, historia 16, Madrid.
Eduardo Almeida Reyes
Arqueólogo
Licencia INPC 129-07
C.C. 1703567857
Fecha: 11.06.07/e.a.r.
Complemento la información brindada por Eduardo, al otro lado del cerro de catequillas, Tamara Bray define 3 o mas plataformas circulares que se alinean con los mencionados por Almeida.... es mas hay guias de la zona que conocen mas estructuras circulares hacia el otro extremo hacia el Pululahua..... en resumen esto es un fenomeno interesante no tan restringuido a las inmediaciones de catequillas
Fer Mejia
Errores profesionales....
Estimados señores interesados en el Tema "Catequilla".
Nuevamente me veo obligado a ingresar al presente foro para proceder a las correspondientes aclaraciones y correcciones, que merecen la atención del tema, en el cual mi nombre está presente.
En primer lugar debo aceptar las debidas disculpas del Arqueólogo Salazar, esperando que no vuelva a ocurrir alguna experiencia similar. Sin embargo, debo insistir, en el error que están incurriendo, al tratar de realizar algún tipo de observación técnica a la defensa que he presentado.
Por otro lado, quisiera realizar una sugerencia al Profesional Arqueólogo Eduardo Almeida Reyes, quien presenta algunos datos, con errores garrafales, que deben ser corregidos por el mismo autor. Sugiero al distinguido Arqueólogo que realice una actualización de datos e información acerca del contexto arqueológico de San Antonio de Pichincha y sus áreas de influencia. Con el debido respeto que se merece el Arqueólogo Almeida, quisiera que pueda aclarar, el Datum usado para las coordenadas del sitio arqueológico de Catequilla, y también el sistema de coordenadas utilizado. Ya que por lo que se conoce y se aplica cartográficamente, en el sistema de graduación de 360 grados, los grados, pueden llegar a 90 grados de latitud, en minutos, 60 minutos y en segundos, 60 segundos. Esta pregunta la hago ya que el mencionado arqueólogo presenta una longitud para el sitio de catequilla de 78 grados 64 minutos 79 segundos, lo cual es imposible. En caso de corregir este dato, tendríamos una longitud de 79 grados 23 minutos. Y en el caso de la latitud, nos presenta un desplazamiento de 38.8 segundos, sin indicar si es norte o sur. De todas maneras, las coordenadas que nos presenta el Arqueólogo Eduardo Almeida corresponden al sitio de La Concordia, en la costa ecuatoriana. Y creo que este sitio no tiene nada que ver con el sitio arqueológico de Catequilla. Sin embargo es muy interesante que dentro del texto presentado en el presente foro se expone una imagen del sitio de Catequilla, tomado de Google Earth, y si los interesados se toman su tiempo podrán observar que bajo el Datum wgs84, las coordenadas para el sitio de Catequilla, son: 0 grados 0 minutos 0 segundos y la longitud es: 78 grados 25 minutos 41.81 segundos oeste.
Otro error se dá en las medidas de las plataformas, como es el caso de la plataforma cirucular de piedra del sitio de Catequilla, la cual no corresponce a tres metros de diámetro sino a ocho metros de diámetro. En fin son algunos errores que se presentan en este trabajo, que no deja de ser muy importante y que ha sido una de las fuentes que más he tomado en cuenta para mi propuesta en base arqueoastronómica.
Agradecería igualmente al Arqueólogo Eduardo Almeida, que por favor sea específico al mencionar sobre una fotogafía suya, que la he utilizado sin mencionar la fuente. en caso de que haya sido el caso, presento mis debidas disculpas. Sin embargo en mis publicaciones constan las correspondientes citas y fuentes, como el detalle bibliográfico. En el Museo, que exponemos en San Antonio, he utilizado varias fotos donadas por el Señor Jorge Juan Anhalzer, e igualmente he utilizado fotografías de mi propio archivo.
Invito a los interesados en este tema a que asistan a una charla que ofreceré el día viernes 22 de junio en en Museo Mindalae, a las 18h30.
Expondré un avance que he realizado acerca de las plataformas circulares de piedra de San Antonio de Pichincha.
Atentamente,
Cristóbal Cobo
Arqueoastrónomo aficionado
Estimados señores,
El texto del Arq. Eduardo Almeida Reyes fue publicado mediante un pegado/copiado. Como no he ingresado este texto, yo avisaré a la persona que lo publicó para verificaciones de las coordenadas.
Atentamente,
Gaetan Juillard,
Arqueólogo y Webmaster.
Estimado Sr. Salazar,
Le extiendo mi cordial saludo, me sumo asu pensamiento la ciencia y la investigacion tiene reglas y rigurosas... Reglas que Usted es el primero que debe seguir y aplicar al momento de escribir un articulo, antes de especular cosas.
Muy Atentamente.
Aleks Jiron
Investigador Tschila-Quitu-Cara
Este foro ya se ha salido de curso, ahora los pájaros disparan contra las escopetas, ahora cualquiera es científico, investigador, hay quitus, caras, yumbos tsachilas, etc. Este es un menjurje de seudo ciencia que me desconcierta y me asusta saber la clase de supuestos científicos.... ademas, quienes rebaten ideas y propuestas deben presentar datos, no seguir con el cuento sobre el cuento...
Tube la suerte de estar en ese sitio el 21 de Marzo .... dia propio del sitio..es lo mas mistico que he sentido--....es el ombligo del mundo... se alinean con el expectador y se siente en el ambiente algo que es energia .-....
fabuloso... durante otros dias mas se puede sentir lo mismo pues varia muy poco el angulo.... vayan si pueden y lo sentiran.. chaoooo... Alvaro.
Hola Alvaro, me gustaría difundir el trabajo científico sobre Quitxatom la mitad del mundo. Si te interesa ponte en contacto conmigo. Yo también he estado alli. Mi e-mail es [email protected].
Gracias
FAVOR SEGUIR EL TEMA DEL FORO : "EL CERRO CATEQUILLA COMO SITIO ARQUEOLÓGICO" Y NO UTILIZAR ESTE FORO PARA DEFENDER O ATACAR PERSONALMENTE A LOS ACTORES DE ESTE DEBATE.
A futuro, insultos personales no serán admitidos en el foro.
Soy un asiduo y empedernido viajero, que he buscado por mis propios medios constatar lo qu otras voces, tanto del pasado como actuales , nos han dejado y nos dejan aún como legado, es decir, he visitado personalmente gran parte del sector del valle del pucará, la planicie de rumicucho, así como el cerro de catequilla.
En mis viajes (que no registran: fotos, video cintas, video - audio o cosas por el estilo... quizá por ser un poco retrógrada en esto) nunca pensé que mis preguntas personales con los antiguos habitantes del sector al que se hace referencia, así como miles de cosas que estos ojos han visto y estos sentidos han percibido, fueran de valioso testimonio para, creo yo, no en favor de la ciencia, más sí de la verdad y ojalá, sea uno de los puntos de partida, para mayores informes, eso sí ojalá comprobados en el futuro, porque créease o no lo que voy a tratar de relatar, sé que a los ojos del erudito y del catedrático parecerá una locura, más sépase así mismo que mi fin no es conocer la verdad y la experiencia en los libros de ciencia o ficción, más mi único fin es que soy un travieso viajero que fue testigo de algunos acontecimientos muy extraños pero coherentes y que inmediatamente pasaré a contar, no sin antes dejar en claro que si me veo en la necesidad de hacerlo, no es con ningún otro fin, más que el que se dejé en paz a este lugar y que la historia se escriba sóla, y se deje además de manosear este sitio, al que por mi testimonio que relataré a continuación, lo considero: SAGRADO
Tenía yo como 21 años cuando ingresé a un curso de charlas amenas y filosóficas, entre otras pláticas y experiencias amenas, una de las compañeras me hizo enterar que iba a haber una celebración en un sitio llamado: Rumicucho, mi inquietud juvenil no se hizo esperar y el día que me citó y que era un domingo de septiembre recuerdo pero no la fecha, llegué a base de puras a preguntas al lugar, entonces me encontré para desagrado mío, con la desagradable tarea de pagar a la entrada algo así como 3 usd actuales (me parece que eran como 10 o 15000 sucres) estoy hablando del año 2001, año en que empezaba a mezclar tanto usd como sucres.
Esto chocó con mi idea de la "ceremonia" que supuestamente se daría allí, sin embargo mi curiosidad fue más y pagué por dirijirme al lugar. Soy sincero al decir, que me impresioné por el lugar y por el festejo que allí se daba, que entre otras festividades shamánicas y ritos terminó y salí como a las 2 de la tarde de aqueldía, sin embargo fui tremendamente impresionado por lo que acababa de conocer.
En mi me formulé preguntas como:
¿Por qué no había conocido acerca de este lugar, siendo quiteño y durante toda mi vida, nunca había oído de él?
¿por qué festejaban allí precisamente?
¿que era aquel lugar, que significaba?
pero una sóla conclusión:
no me pareció jamás que hayan tenido que cobrar por estar presente en ese acto.
Años más tarde comprendería que estas personas nunca merecieron pisar este lugar...
Pido mil disculpas por detenerme en esta parte del relato y pido a la vez se me comprenda, ya que me encuentro escribiendo a las 03:00 am, por lo que continuaré mañana con mi testimonio, del cual aún no he topado ni la primera letra, por lo cual, les ruego a quien interese, se me tome en serio para mañana la continuación a mi tetimonio, que en virtud del cansancio y de las altas horas en las que estoy escribiendo, me impiden por hoy continuar...
...
El día de ayer relataba yo mi experiencia en el valle del Pucará, por lo que siendo las 3:00 am y con las disculpas aceptadas por no poder continuar con mi narración, continúo hoy agradeciendo por las disculpas aceptadas:
Decía pues en mi última parte, que aquellas personas que ese día celebraban (no todas quizá) nunca debieron pisar aquel sitio, es decir las hoy llanadas ruinas de Rumicucho y decía así mismo que de esto me di cuenta unos años más tarde cuando por mis experiencias volví a aquel sitio y a sus alrededores... compréndase en esto: el cerro Catequilla, la quebrada y gran parte del sitio.
Fue por el año 2003 cuando iba a cumplir ya casi 24 años, cuando a mi vida llegaron problemas y problemas de índole familiar, social, etc, etc, que no vienen al caso nombrarlos uno por uno en el interés general de esta narración, sin embargo, aquellos problemas unidos a mi escasa posibilidad económica de viajar con recursos propios y cosas que vienen por lo general a estos desastres, me vi en la obligación de buscar sitios apartados del mundo y del común tragin de la sociedad, por lo que mis viajes a dedo entre otras cosas, tuvieron como uno de mis destinos aquel sitio llamado Rumicucho que algún dia visité unos años atrás en ese entonces.
Lo recordé y Rumicucho vino a ser para mí casi casi una guarida que me alojaba por las noches y entre otras cosas, me ayudaba a "escapar" de aquellos pensamientos que venían turbando mi vida. Entre las algunas noches (no todas) que pasé allí eran a veces una, otras veces dos y otras como cinco o seis, a veces con o sin alimento, pero como decía en algunas de esas noches, debo confesar que en el eco propio del viento del lugar, me despertaba por la presencia de algunas voces y pasos que provenían de los alrededores del lugar, me asustaba la idea de estar sólo y de quizá ser asaltado por alguien parecía ser que se acercaba, al cabo de algunos días ya todo esto era familiar para mí (no tanto) e intrigado en extremo por estas primeras cosas, decidí investigar un poco más, a mi manera, acerca de este lugar.
Pqra empezar quería saber que significaba Rumicucho y empecé a recordar algunas palabras quichua que me las sabía o a deducir a partir de ciertos vocablos que tenía entendido significaban algo, como por ejemplo yo sabía que Rumiñahui signaifica cara de piedra, entonces deduje que por el entorno geográfico quizá, ya tenía el dato de Rumi que sería piedra o roca. después me enfaticé preguntando a personas que sabían del quichua que significa cucho, palabra que en último término deduje por los conceptos que me daban significaba: valle, entonces desde ese día lo bauticé a mi modo como el valle de la roca.
Debo confesar, que más allá del nombre que me interesaba, nunca más hice investigaciones de este tipo, porque se entenderá que mis intereses no eran investigativos sino se diría más o menos por saber donde estaba y que relación guardaba con lo que había sentido y escuchado aquellas noches. debo decir también, que a pesar que miraba a aquel cerro én las mañanas y la quebrada, así como sus alrededores, nunca supe como se llamaban, aunque supuse claro que algún nombre deben tener.
Fue por ese entonces que luego solucioné los problemas y ya estando un poco más tranquilo y en la pacividad de la cotidianidad, analizaba a veces que era aquel sitio, así que cada vez que por el camino de la vida se me atravezaban personas o circunstancias a los que podía acceder para preguntarles, lo hacía, pero aún no sabía ni siquiera los nombres de los alredeores del lugar.
fue en el año 2005, cuando tenía yo 25 años, cuando les conversé a 2 amigos mis experiencias del lugar, lo místico que me pareció estar allí sólo en ese sitio y lo poco que sabía del lugar (que era casi nada) y les hablaba de como meditaba por las noches pensando en mis problemas y que entre otras cosas, sentí la presencia audible y nosé como describirlo ¿paranormal? de algo que merodeaba el lugar y que nunca dejé de pensar en eso aunque sea a veces.
Debo contar así mismo que en el transcurso de aquellos añós hasta el 2005, sucedieron cosas que me sucedieron apartir de allí en mi vida normal, que entre otros muchísimos acontecimientos eran algo extraños, uno de ellos es por ejemplo, el que, a pesar de que ya tenía siempre un interés general por la cultura ancestral e indígena de nuestra nación, en ese tiempo me acuerdo, ya no era un simple interés, era como si innatamente me resurgieran las preguntas y al mismo tiempo las respuestas, todo esto sin dar a entender en mi apariencia física lo que corrobaraba mis pensamientos y mi encause a lo que hago referencia de aquel entonces. luego para estar seguro de que no estaban mal las respuestas sugeridas investigaba y resultado de ello, quedaba yo mismo sorprendido de donde sabía todo aquello.
Decidimos entonces con mis dos amigos ir hacia Rumicucho nuevamente, ésta vez iba ya acompañado por ellos, aquel día entre; medio aventura y medio paseo, fuimos por las quebradas que se encuentran aledañas por lotes de terreno antes de llegar a las ruinas, pasamos todo eso y al llegar al lugar después de haberme extraviado un poquito por el cambio de ruta, pusimos unas velas, inciensos y música que llevamos para estar acompañados, debo decir que mis amigos que no son mucho de éstas cosas, estaban fascinados por la belleza del lugar. Después de casi media hora o una hora de estar allí cerca de las 00:00 o algo más, desde la quebrada misma del lugar y cerca del cerro de Catequilla y que yo conocía en el día que era tan sólo un peñasco desértico, nos alumbró una luz muy fuerte e intensa en series o impulsos de tiempo, era una luz verde intensa pero hermosa, que por el radio de su brillantez que era de unos 2cm a nuestra posición y en relación con la distancia a la que estábamos de la luz, supongo que en realidad donde se encontraba habrá tenido no menos 1m o algo parecido. las repeticiones fueron frecuentes y como dije, me di cuenta que nos apuntaba desde abajo directamente a nosotros, en realidad fueron mis amigos quienes la descubrieron, porque mientras yo estaba preocupado de que no se apagaran las velas ellos decían: ele vele vele vele, y se reían y luego otra vez insistían, entonces les dije de que se reían y me dijeron, ahí abaaaajo hay una luz verde y yo me reía, me dijeron en serio, luego les dije, están locos pero dentro de mí confieso apareció una especie de miedo y de satisfacción a la vez, nosé como describirlo. pero en realidad luego de insistir en quedar fijamente mirando a donde ellos me decían, sí, apunto una luz verde intensa y hermosa, era como la luz de los semáforos en las noches muy muy oscuras pero tenía la característica de la brillantez... y no es por exagerar pero era hermosa.
Me asaltó la idea de ver en la mañana de donde procedía esa luz, a pesar que de antemano yo sabía que en ese lugar hay tan sólo un barranco desértico, de todos modos bajamos un poco y vimos que en realidad del lugar que nos apuntó la luz la noche anterior, no había sino aquel barranco...
Regresamos ese día más intrigados que nunca, créase o no y aunque parezca un poco aluscinante lo que he narrado, por respeto a la verdad que es mi característica así como la sinceriadad, debo decir que saque cada uno sus propias conclusiones.
Para mí se iba madurando ya la idea de que Rumicucho ya no era tan sólo una guarida para mí, sino que aquel lugar guardaba relación con misterios y cosas que ni yo mismo sabía de que, pero por esas cosas de la vida, el destino me había dirigido para ser testigo de cosas que hasta el día de hoy tampoco encuentro las respuestas literales quizá, pero sí las subjetivas e intocables en honor a la verdad.
Como dije: Las ruinas de Rumicucho para mí tomaron un enorme significado y pienso yo no sólo a partir de ese día, creo yo fue todo un proceso.
Al pasar al siguiente año, volvimos al lugar con muchos más amigos, que más fueron por pasarla bien, más que por lo que en mí anhelaba buscar, de todos modos en el año 2007, en una de nuestras visitas al lugar, justo or encima de la línea de curvatura del horizonte del cerro de Catequilla, visto desde Rumicucho, observamos más de 12 personas incluída yo, una luz que se encendía y se apagaba constantemente, es decir, nos dimos cuenta que apareció de golpe, los primeros en advertirlo fuimos yo y una amiga ya que la mayoría estaban de espaldas al cerro y los otros en las laterales del grupo.
Ella dijo: ahí hay una luz que no es estrella, y yo le dije: ¿tú también la viste? entonces todos voltearon al cerro y aunque la luz que se encendía y se apagaba era pequeña, todos nos dimos cuenta que no estaba en la superficie del cerro sino como ubicada estratégicamente algunos kilómetros más arriba.
Desde ese día hasta el día de hoy he veido investigando a Rumicucho, al cerro de Catequilla, la quebrada y sus alrededores y que dicho sea de paso no me gusta hacerlo, más me gusta visitarlos cualquier día inesperado y no planificado para encontrar lo que desde la primer vez encontre: mucha paz y al contrario de ser un sitio que cree controversia, digo yo a mi humilde criterio y desde mi experiencia, aquellos sitios son para mi SAGRADOS... y que muy lejos de ser puntos de controversia y polémica, deberían ser las reliquias no sólo de nuestra cultura, sino de nuestra alma y esencia como seres humanos e individuos a la vez.
Cuando uno quiere buscar quien es en un determinado punto de la vida, no va por ahí maldiciendo a su madre o a su padre para saber quien es y aunque lo haga, nada lograría haciéndolo sino más que aumentar los ejes de la discordia y perturbadoras consecuencias.
Debo decir que a partir de toda ésta experiencia y mis visitas a aquel suelo santo, he visitado Catequilla y que a propósito recién este año conozco como se llama al igual que la quebrada y el cerro de Marca.
Como dije, con el respeto que me merecen todos los investigadores y los seres humanos en sí, debo concluír con algo:
Como dije en un principio, todo esto lo hago con el fin de que la historia haga su propia labor, a nosotros nos corresponde escribir la nuestra propia actualmente, con o sin argumentos, pero eso sí con verdad.
y ojalá que ésta experiencia obtenida en un "cerro construído con fines turísticos" "en una terraza que colinda con lineamientos o posiciones estratégicas" o "la cuna de nuestra nación" lo cierto es que la verdad es una sóla, aunque el mundo entero se empeñe en negarla y que en el mejor de los casos... acoge tan sólo a los que se empeñan a buscarla y dicho sea de paso, la verdad no es un libro, un cálculo, o un pensamiento...
Gracias por atender al testimonio que en honor a la verdad he podido transmitir en este espacio.
Estimado amigo,
tu experiencia no es rara, pues con o sin luces extrañas, te estas encontrando a ti mismo en el suelo sagradode nuestra patria. Experiencias como la tuya suceden todos los dias en todos los puntos de nuestra america milenaria. La energia de nuestros ancestros fluye todavia por nuestras venas, por mas mestizos que seamos, seguimos siendo parte del universo andino. En verdad, No necesitamos revelaciones misticas o cosas por el estilo para saber que nuestra tierra es sagrada y que le debemos amor y respeto. Los antiguos lugares de ocupacion humana siempre quedan cargados de energias positivas y negativas de los que antes alli vivieron. El conocimiento del pasado, en su verdadera dimension -aquella que mas nos llegue- es el primer paso a conocernos mejor. Como tu bien dices, nadie anda maldiciendo a su padre o a su madre, les debemos respeto- sean lo que sean- pues son los autores de nuestros dias. De la misma manera, nuestra tierra y sus recursos (para nosotros patrimoniales) merecen respeto y deben ser conocidas mejor, para asumirnos como somos.
Tu relato es bienvenido en nuestro foro, sea cual sea la dimension de tu experiencia, ella no pretende comercializar o ridiculizar a los sitios a los que haces alusion, por ello te felicito y te agradezco por participar.
hola me parese que se deberia tratar de promosionar este siti que es en verdad la mitad del mundo no por el turismo del ecuador sino por lo que significa o significó para nuestros abuelos
hola me parese que se deberia tratar de promosionar este siti que es en verdad la mitad del mundo no por el turismo del ecuador sino por lo que significa o significó para nuestros abuelos
Salgo un poco del debate y me sumo a la propuesta que hace Santiago, y propongo que aprovechemos el recurso Planetario, que es donde trabajo, para difundir a todos los estudiantes que llegan a el, los conocimientos relacionados con arqueoastronomía a través de un programa audiovisual (función de planetario) desarrollado con la colaboración de quienes se sumen a este proyecto.
HOLA CREO QUE ES IMPORTANTE QUE NO OLVIDEMOS TODO LO QUE SIGNIFICA EL CATEQUILLA, ES NECESARIO TOMAR ACCIONES EN DEFENSA DE LO QUE ES NUESTRO.
VIVO EN SAN ANTONIO DESDE QUE ERA NIÑA Y ES MUY TRISTE OBSERVAR QUE A NADIE LE IMPORTA LO DE NADIE, HASTA QUE NOS SUCEDE A NOSOTROS, POR ELLO QUIERO SUMARME ACTIVAMENTE A QUIENES HAN VENIDO LUCHANDO DESDE HACE AÑOS.
GRACIAS POR HACERLO
catequilla mmmmm
BUENO PRIMERO QUE NADA SEA DE QUIEN SEA ESE TERRENO DEL CATEQUILLA HICIERON UNA CONSTRUCCION ANTIESTETICA ILEGAL Y ALBITRARIA PUES EN SITIOS DECLARADOS COMO PATRIMONIO CULTURAL ARQUEOLOGICO NO ES POSIBLE REALIZAR NINGUNA CONSTRUCCION Y NO SE QUIEN LE DIGO A ESE QUE CONSTRUYO ESE SEUDO RELOJ SOLAR QUE ESO ERA LEGAL... ES UN INCOSIENTE QUE SE EXPÑOTE CANTERAS Y SE CONSTRUYA SOBRE RESTOS ARQUEOLOGICOS
Hola amigos
Quisiera saber que ha pasado con el foro la verdad me interesaba saber más acerca de Rumicucho, sus avances y lo que se está haciendo por favor a los honorables expositores si me podrían dar una respuesta
Gracias
Tengo un interés similar al de Wilian Bastidas acerca de Catequilla y sus alrededores. Un interés que, desde luego, abarca lo histórico y lo arquelógico pero que, sobre todo, es espiritual.
Propongo crear un foro cuyos contenidos den testimonio de las experiencias, acaso asombrosas, de tomar contacto con estos lugares sagrados.
Catequill tiene su templo en el norte del Perú, exactamente en el cerro Icchall en el distrito de Cachicadán y provincia de Santiago de Chuco, departamento de la libertad. Nace a partir de una Leyenda donde da origen a los Chucos y luego se expante por el cuzco y el Ecuador
Hola:
Hace mucho tiempo que andaba buscando de nuevo la página del foro a saber que había pasado con las conclusiones acerca de Rumicucho y Catequilla, a la vez me parece una exelente idea lo del estimado amigo Negromonte a fin de relatar esperiencias acerca de los puntos ancestrales y/o espirituales de nuestros rincones, quizá no con el ánimo de fanatismo sino para converger en varios puntos a fin de ojalá dar mayor apoyo a la preservación de estos sitios, a la vez hago un llamado a los expositores de este foro que puedan concluír si es el caso este foro ya que sigue abierto y solo fue desathado en polémica sin ninguna conclusión, eso si respetuosamente, a fin de que los invitados podamos recoger las buenas ideas y aprender de sus varias exposiciones.
Por mi prte estoy planeando un nuevo viaje a Rumicucho para estas fechas a más tardar el próximo mes, la verdad extarño mucho aquellos días ¿ inexplicables? que se sucedían las cosas y los acontecimientos no se con que fin, pero que me dejaron una curiosidad de la buena por saber más y más de nuestros sitios ceremoniales
Miércoles, 9 de Marzo de 2011
Explotación. Las piedras extraídas del cerro Catequilla son utilizadas como material de construcción.
Cerca del Monumento de la Mitad del Mundo, en el sector San Antonio de Pichincha, se encuentra el cerro Catequilla que es la verdadera Mitad del Mundo, según indicaron los expertos y las nuevas tecnologías como el GPS. El lugar es considerado patrimonio cultural por los vestigios arqueológicos que demuestran su antigüedad. De todas formas, el cerro está siendo explotado por supuestos ‘mineros artesanales’ quienes tienen concesión ministerial del sitio. Algunos moradores del sector constatan que usualmente observan las volquetas bajar del Catequilla hacia algunas fábricas cercanas y trasladan su preocupación sobre la falta de interés en la preservación del sitio, ya que han observado cómo ha disminuido su tamaño.
El investigador Aurelio Trujillo ha centrado sus estudios en la zona de la Mitad del Mundo porque, según dice, “quiero demostrar al Gobierno que aquí se deben liquidar completamente las minas que afectan los vestigios arqueológicos que son patrimonio de nuestro pasado y demostrar que este sector es una zona tan rica en vestigios que debería ser protegida”.
Durante varios años ha estudiado la zona y explica que el cerro era un lugar ritual. “Encima del Catequilla hay un bohío plano que no es natural, eso quiere decir que fue trabajado por nuestras culturas precolombinas y yo me atrevería a decir que es un trabajo preincaico, lo que daría validez a que eso fue un sitio de ritual de la cultura caranqui o quitu cara”.
Según comenta, utilizaban el sitio para una ceremonia de iniciación para las mujeres. “La leyenda dice que asistían al bohío para una ceremonia, ya que el origen de la palabra es interpretado por algunos como ‘Asiento de la Luna’”.
Trujillo añade que “de las investigaciones que hemos hecho nosotros vimos que tiene un perímetro de más o menos 130 metros, lo que nos dice que podía acudir bastante gente. Entonces, las madres de esa cultura viajaban desde Cochasquí hasta acá para un culto femenino del periodo de la iniciación, que no es otra cosa que cuando las niñas empiezan la menstruación”.
El arqueólogo señala que sabe que esta cantera “fue suspendida, no por preservar los vestigios que hay en la cima, sino por el peligro de que la montaña se derrumbe”.
Minería riesgosa
En la cantera ‘San Catequilla’ las excavadoras y las volquetas no reemplazan del todo al trabajo manual que sigue siendo imprescindible para la extracción de piedras.
El cartel de la entrada especifica todos los permisos que tienen para su actividad minera, pero las medidas de seguridad son totalmente olvidadas. Ningún trabajador usa casco o guantes ni otra protección más que la ropa gastada que llevan puesta.
Además, junto al lugar de explotación, se encuentra la quebrada Colorada que no está cercada y cuyo suelo es resbaladizo por estar cubierto por rocas pequeñas.
Dato
QUE SIGNIFIA ESTO NO ENTIENDO
Invito los lectores de este tema a leer tambien el texto de Iván Toscano sobre la Arqueoastronomia pre-inca en el Ecuador.
"LA LEYENDA DE KATEQUILL
EL MITO DE LA CREACIÓN
Atagujo, dios creador del cielo y de la tierra, agobiado de soledad en aquel cosmos abrumador, decidióse crear a Sugadcavra y a Ucungavra, y formaron una trinidad. No conforme con eso, crea a Viguaicho y a Unstiqui para sus siervos, y al mismo tiempo crea a Guamansuri, a quien envía desde el cielo a Wamachuko, pueblo habitado por los Guachemines. Guamansuri, forastero en Wamachuko, trabaja forzadamente la tierras al servicio de los Guachemines, quienes tenían una cautivante hermana de nombre Cautaguan, y a quien le tenían bien recluida. Un día, Guamansuri al percatarse del descuido de los Guachemines, seduce y empreña a Cautaguan. Enteráronse los Guachemines, de inmediato capturan y queman vivo a Guamansuri. Sus cenizas subieron al cielo a junto de Atagujo.
Pasaron los días y Cautaguan dió a luz dos huevos, muriendo en el parto. Los Guachemines colocaron los huevos en un muladar, y pronto salieron dos niños dando alaridos, quienes fueron recogidos y criados por una señora. Los niños fueron llamados Katequil y Piguerao.
Piguerao nació tan débil que pronto murió.
Katequil fue a donde descansaba el cuerpo de su finada madre, y con el poder que solo de Atagujo provenía resucitó a su madre. Entonces Cautaguan le entregó dos hondas que había dejado Guamansuri para que con ellas fueran extinguidos los Guachemines. Katequil no devastó por completo a los Guachemines, pero a los que quedaron vivos los expulsó del país. Katequil orgulloso de de haber desarrollado satisfactoriamente el legado de su padre, fue al cielo a pronunciarse ante Atagujo, que la tierra ya estaba libre de los Guachemines y rogándole a que cree a los indios para que habiten y labren esas tierras. Atagujo consiente de la hazaña y petición de Katequil, ordenó a este ir al cerro Guacat, y que allí cavando con herramientas de oro y plata sacaría a los indios, quienes habitarían las tierras, Katequil obedeció el mandato y todo salió como ordenara Atagujo. Los indios salieron a habitar Wamachuco y pronto se organizaron en cuatro grandes guarangas.
EL MITO DE LA CREACIÓN: SU SABOR LITERARIO
Gracias a la transmisión oral popular que se ha dado de generación a generación y al magnífico rescate de los Agustinos, “el mito de la creación” lo podemos considerar como una esplendida muestra de una literatura oral prehispánica huamachuquina, aunque indudablemente resalta que a sufrido alteraciones por la doctrina de la trinidad que trajeron los españoles.
Muchos investigadores han realizado sus estudios de este mito en torno a una creencia religiosa andina, pues es eso su contexto, pero este “mito” es una singular creación artística literaria.
Este mito es una magnífica creación, en donde “cierto Agustino” ha podido recopilar aquella denominada literatura oral que los antiguos Wamachukos fueron transmitiendo en el trascurrir del tiempo, y aquella creencia que pudieran acertar a esa confusión que tuvieron sobre la creación del universo. El mito de la creación, como casi cualquier mito, nos revela aquella cosmovisión del mundo, aquellas fuerzas morales, aquel mundo religioso andino, y aquella oriunda esencia literaria.
La mayoría de datos sobre el mito de la creación son verosímiles: la fecha más probable de composición es en el año 1560, escrito en España. Sobre el recopilador no se le puede nombrar con precisión, aunque la mayoría de investigadores le atribuyen al agustino Juan de San Pedro (pues fue a España en el año 1559 y regreso al Perú en el año 1561)."
Dato compilado dela siguiente página: http://antioagronomia.blogspot.com/2011 … quill.html
Quizá esto ayude al debate, de hecho son importantes las opiniones "académicas" en especial si provienen de arqueólogos reconocidos como es el caso de Salazar. El aporte de Cobo, aficionado a la arqueología es muy importante, ya que logro posicionar al sitio y darlo a conocer mundialmente, como "AXIS MUNDI".
En 1979 cuando yo cursaba el primer año de antropología en la PUCE, visite el ahora complejo arqueológico Catequilla acompañado de un amigo militar, quien me informo que antes de 1976 era un complejo completamente circular con paredes de aproximadamente 1m. de altura y que SIRVIÓ DE POLÍGONO DE PRECISIÓN PARA BOTAR BOMBAS. Por coincidencia explorando el sitio encontramos una bomba 15 kilos sin explotar, a unos centímetros del centro donde esta ubicado ahora la pirámide. ES DECIR QUE EN 1976 NO HABÍA EL CAMINITO QUE APARENTEMENTE MARCA EL ANGULO DE 23° y que da a Cobo la idea de ser una especie de INSTRUMENTO DE MARCACION DE LOS SOLSTICIOS Y LOS EQUINOCCIOS. En 1979 cuando lo visite el circulo TENIA SU BASE así como piedras desperdigadas, como cuando se dinamita un muro, es decir no tenia la forma de una luna, la abertura hacia el este era de apenas unos sesenta centímetros y no había aún el trazo que señalaría al monte Las Marcas. Desconozco como apareció después, de hecho volví a ese sitio en 1984 y ya había ese trazado, muy claramente definido y con una hendidura de 3 cm. de rasgado, igualmente habían quitado 5 rocas pequeñas que señalaban el corte del circulo.
Hasta esa fecha nadie tenia idea de que era el AXIS MUNDI, aunque los militares seguramente si lo identifican con el posicionamiento exacto de latitud 0°0'0"
A mi entender al Catequilla no se lo puede desligar del conjunto que comprende al Rumicucho y las Marcas el mismo que tiene connotaciones mágico-religiosas, las misma que se asemejan mucho a la descripción del MITO DEL KATEQUILL, aspecto que sería importante tratarlo
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