Concebir la labora de ciertos arqueólogos de contrato como "vendidos" por ciertos intereses de las compañias, muchas veces multinacionales, en torno a la inclusión de una corta pero puntual investigación arqueológica, equivale a enterrar al INPC. Que muchos arqueólogos prefsiopnales no puedan tener la capacidad negociadora, para que sus trabajos puedan ser publicados o cristalizados en una exhibición permanente de arqueología, debería ser más bien compromiso de la ética de cada uno de los implicados. Espero que el numeral 3 de la declaratoria de Guayaquil, se relaciones con "procedimientos públicos" que busquen cambiar la legislación del patrimonio cultural, para que cuando se autorice una investigación, sea para un EIA o de otra índole, no se la apruebe sino co contiene un compromiso explicito que se proyecte en beneficio de las comunidades involucradas, para lo cual debe existir explicitamente una exigencia por considerar dentro del presupuesto, no solo pago de radiometrías (C14) sino de la divulgación del informe. Tómese el caso del Oleoducto de Crudos Pesados, que hasta la fecha no presenta o se compromete a presentar un informe arqueológico. Podría ser mediante el Colegio de Antropólogos y Linguístas de Quito o del Colegio de Arqueólogos de la Espol, que se presione para eso y muchas otras cosas que estan faltando.

La "arqueología de rescate y de emergencia" incluye el conjunto de intervenciones después de una catástrofe o una destrucción de origen antropica. Al contrario la "arqueologia preventiva" se desarrolla antes de los trabajos para documentar los vestigios antes que sean tocados por la maquinas. El progreso es que los arqueologos están antes de las maquinas y no corren atrás para "rescatar" lo que se puede de la información científica. Una visita al European Heritage Network Thesaurus puede solucionar un problema de denominación.

Antes de todo, es necesario realizar, "previamente", sondeos diagnósticos para conocer el estado, la extensión y el interés científico de los yacimientos que esta en la zona intervenida por la futura obra. Tambien esos estudios existen en el ámbito ambiental.

Una vez hecho estos sondeos "diagnósticos", se presenta 4 casos :

• En el mejor de los casos, no hay nada. El trabajo de construcción de la obra puede seguir adelante.

• Si los vestigios encontrados son bien documentados y se conoce abundante material bien conservado de los mismos, los diagnósticos son suficientes. El trabajo de construcción de la obra puede seguir adelante.

• Si los vestigios son de interés científico o bien conservados, una excavación previa a la construcción de la obra es necesaria. Tal vez, durante el estudio, se dará cuenta que son de valor excepcional y necesitan intervenciones particulares (véase último punto). Tambien es necesario dialogar con la empresa constructora para evitar de tocar a la zona arqueológica mediante cambios en el proyecto original para no tener que excavar el sector.

• En fin, si los vestigios son excepcionales, se puede dialogar con la empresa constructora para estudiar posibilidades de cambios en el proyecto para no tocar a los vestigios o incluirlos en la obra civil que estará en construcción (por ejemplo conservar un piso de huellas de pies humanos dentro de un edificio (con la precauciones necesarias) para que sea también atractivo turístico una ves los estudios realizados.

Hay que entender que los arqueologos o las autoridades culturales no son dueños del Patrimonio. El Patrimonio "es de todos" los ciudadanos y los especialistas no pueden detener a un desarrollo sustentable y respetuoso de un país para proteger vestigios. No podemos preferir a los muertos sobre los vivos. Tenemos la obligación y la responsabilidad de proteger la herencia cultural de los pueblos para transmitirla a las próximas generaciones y, al mismo tiempo, permitir el desarrollo económico de las mismas. Tenemos la obligación deontólogica de "acompañar" al desarrollo de la nación. Razones por las cuales se debe siempre dialogar para encontrar el mejor compromiso para "desarrollar al país, preservando la historia." Esto implica una publicación de los informes y resultados de investigación, exposiciones hacia el público, conferencias, sensibilización de todos los actores...
Tampoco hay que permitir un desarrollo irrespetuoso de los pueblos y de los recursos naturales. En estos dos aspectos, la arqueología preventiva, junto a los estudios ambientales, tienen que dar argumentos para proteger a los pueblos y recursos naturales amenazados.

Idealmente, la arqueología preventiva debe tener su propia legislación y marco institucional. Aunque su práctica pueda ser confiada a operadores privados, tiene que permanecer bajo el control del Estado, para garantizar su objetividad y calidad científica.

Le invito a descubrir coloquios llevado a cabo por el INRAP de Francia sobre la Arqueologia Preventiva y su papel en la sociedad:

• La creación de la arqueología en Francia. Sección sobre la arqueología preventiva

• 20 años de arqueología preventiva en el mundo.

• Futuro del pasado — Modernidad de la arqueología.

También existe, una página web que presenta a la arqueología preventiva de manera rapida, en español, y una página más completa en NAYA.

En Ecuador, la ley existe, aun que no sea perfecta y permite a algunos aprovechar las fallas del sistema. Arqueólogos (o "aficionados"), titulados o no, se encuentran a la cabeza de proyectos arqueológicos preventivos, principalmente en la Amazonia. ¿Y que sabemos del pasado remoto de la Amazonia? Muy poco. Pocas son las publicaciones de arqueología preventiva. En la mayoría de los casos, los "académicos" consideran a los de "contratos" como arqueologos de segunda en vez de trabajar conjuntamente a la formación de especialistas, a la creación de normas, estandares, códigos éticos y representaciones gremiales. El control estatal sobre los proyectos arqueológicos no es optimo por falta de recursos, infraestructuras, especialistas, ética y voluntad.